La automatización de los distintos elementos de nuestra vida cotidiana, ya sea desde las compras hasta información de sospechosos de un delito, poco a poco comienzan a utilizar la nueva tecnología denominada Edge Computing. Concepto que según afirma NetworkWorld, “permite que los datos producidos por los dispositivos de la internet de las cosas (comúnmente conocida como IoT) se procesen más cerca de donde se crearon en lugar de enviarlos a través de largos recorridos para que lleguen a centros de datos y nubes de computación».
Actualmente el escenario más común de IoT (Internet de las cosas) es que cada dispositivo electrónico, recopile datos y los envíe mediante internet a una plataforma Cloud (nube), donde se analiza y procesa toda la información generada para tomar decisiones y/o acciones.
Recopilar y analizar al instante
Muchas veces estas plataformas Cloud se encuentran en Data Centers en países alejados, lo que puede generar una latencia (el tiempo en el que la información tarda en ir al servidor y regresar) en la información.
La Edge Computing por su parte busca que el análisis y procesamiento de la información se realice más cerca del punto donde se origina la misma, evitando así el envío hacia las grandes plataformas Cloud. Básicamente, lo que se persigue es que los dispositivos IoT no solo se ocupen de recopilar la información, sino también de procesarla directamente.
Esto no significa que la dependencia de la nube desaparezca sino que ambas tendencias deben aportar. Por ejemplo: Edge Computing es más adecuado cuando se necesita velocidad y baja latencia en esas transferencias de datos, mientras que la nube seguirá siendo protagonista para analizar y tratar grandes cantidades de datos que requieren una potencia de cálculo notable.
Este tipo de tecnología está siendo posible, por un lado, a causa del aumento de potencia del hardware de cada dispositivo y, por el otro, debido a la disminución del costo de los mismos. Algo vital para el desarrollo de Edge computing es el desarrollo del 5G. Actualmente, el 4G ofrece una media de latencias de 50 milisegundos. Con el 5G esa cifra puede bajar hasta 1 milisegundo. Dicho de otro modo, se acerca al servidor lo más posible y, además, se reduce el tiempo en que la información tarda en ir y volver.
En ciertos entornos la única forma de optimizar aún más los procesos es la de tratar de evitar la comunicación con la nube en la medida de lo posible. Eso permite bajar latencias, consumir menos anchos de banda y acceder de forma inmediata a análisis y evaluación del estado de todos esos sensores y dispositivos. Otra ventaja interesante es la seguridad: cuantos menos datos hay en un entorno cloud, menos vulnerable es. Al respecto, si la seguridad en esos «micro centros de datos» Edge Computing se cuida de la forma adecuada, este apartado podría ganar mucha confiabilidad.
Los grandes desafíos que enfrenta el Edge Computing
El problema principal del Edge Computing no solo es la escalabilidad, sino también la distribución: El escalamiento horizontal hacia varios sitios pequeños puede resultar más complicado que agregar la capacidad equivalente a un centro de datos principal.
Por lo general, como lo señalamos anteriormente, los sitios de Edge Computing se encuentran en lugares remotos y no cuentan con la experiencia técnica suficiente. Si se produce alguna falla in situ, se debe tener una infraestructura disponible para que los empleados locales sin conocimiento técnico puedan repararla con facilidad y para que un pequeño grupo de especialistas ubicados en otro lugar pueda gestionarla de manera centralizada.
Es necesario que las operaciones de gestión del sitio se puedan reproducir en todos los sitios de Edge Computing para su simplificación, facilitar la resolución de problemas y evitar que la configuración de software presente pequeñas diferencias entre los sitios, lo que se conoce comúnmente como «desajuste en la configuración».
Si bien este mecanismo de análisis ofrece un mayor control sobre los flujos de información al restringir los datos geográficamente, la seguridad física del sitio suele ser mucho menor. Esto puede dar como resultado un mayor riesgo de situaciones maliciosas o accidentales, por ejemplo la desconexión de un cable por error.
El Edge Computing definirá y revolucionará la manera en la que humanos y dispositivos se conectan a internet, afectará a industrias y sectores (como las de automóviles, videojuegos, Inteligencia Artificial o el Machine Learning), permitirá que otras tecnologías como la nube o el IoT sean aún mejores de lo que son ahora, entre otras.
Cumplir con las necesidades en tiempo real se une a otros elementos igualmente centrales. Es importante aclarar que no deja de lado la relevancia que tiene la nube. Es por esto, que todos estos conceptos son complementarios y enriquecen una red compleja que segundo a segundo interconectan a los datos.